Es Peñas de San Pedro pueblo fuerte por su roca hecha castillo, pueblo hermoso porque sus gentes buenas y nobles así lo han hecho, pueblo grande porque en sus raíces y en su historia se alberga tradición y cultura, futuro y fe. 

Por eso hablar de la gastronomía de Peñas de San Pedro:


Es
EVOCAR sabores tan peñeros que van desde el dulzor de aquella melcocha que “s´arremata" mientras se esperaba al Santo, hasta el frescor de una compartida paloma en una puerta abierta de cualquier vecino a la salida de los rezos en las noches de agosto.


Es
DEGUSTAR aceite y embutidos, pan y jamones que sabiamente aquí en las Peñas son elaborados en sus hornos de leña, en su ancestral almazara y en el enclave de su sierra los secaderos de su enclave serrano; conservando la tradición casera para satisfacer los más exquisitos paladares y ser presencia en las mesas más selectas.


Es
SABOREAR unos gazpachos de almuerzo o de rastrojo, un arroz, ajicomino, gachas, galipota, olla, rinran, natillas caseras, rollos de zurracapote, tortas “escaldás”, fritillas, bizcochos y picatostes.

 

 

 

Rica y Variada Cocina 

La rica y variada cocina de Peñas de San Pedro se sustenta en el empleo de productos de gran calidad, fruto del cultivo de su vega que se extiende entre la Fuensanta y El Royo, donde se recogen legumbres y hortalizas, que son la base de muchos de sus platos, normalmente poco elaborados, pero muy aprovechable por la riqueza de sus nutrientes, como son patatas, judías, tomates, lentejas, etc. De ellas surgen sopas y cocidos, hervidos y ensaladas tan típicos en nuestro pueblo como:

 


AJICOMINO: guiso de judías verdes hervidas con agua, tomate, patatas, sal y pimienta. Se pica un ajo, el tomate entero cocido, unos cominos y se añade aceite de oliva al gusto .


ZANGUANGO: sopa de invierno hecha con tomate, pimiento, patatas y un trozo de bacalao, a la que se le añade, una vez cocida, un picado de ajos, cominos y nueces, y, al hervir, unos huevos “esclafaos”.


MIGAS RULERAS: plato típico en época de vendimia, para el que se fríen unos ajos enteros y un pimiento a trozos en abundante aceite de oliva; se añade el pan mojado y escurrido y se trabaja "a fridera" hasta que las migas quedan sueltas. Se acompaña de granos de uva y trozos de tocino.


MOJE TIZNAO: asadas y picadas unas cornetas (guindillas secadas al sol que se guardan en ristras) al rescoldo de la lumbre, se añade aceite de oliva, migas de bacalao, patata y cebolla asadas y unas gotas de vinagre. Se escalda todo con agua hirviendo y se toma a sopas.


MOJE DE TOMATE EN CONSERVA CASERA: para tomar a cualquier hora. Tomate de la conserva del año, sal, cebolla troceada y aceitunas negras, con buen aceite de oliva, y..."costeros" de pan de las Peñas.
 

 

 

Postres Típicos 

 

LECHE ASADA: dulce de leche, huevos, azúcar y ralladura de limón, asado al horno y servido a trozos; NATILLAS CASERAS CON MONTE NEVADO: postre típico de huevo, donde las claras a punto de nieve cuajadas en leche y una fina natilla hecha con las yemas se disponen "a tandas" sobre un lecho de bizcocho o magdalenas. Se sirven espolvoreadas con canela molida.


ARROZ DULCE: El postre del mataero. Se cuece el arroz en agua. Mientras, se prepara azúcar o miel tostada en aceite y canela que al dorarse se diluye con agua y se añade al arroz hasta que termine de cocer. Se sirve en fuentes de porcelana aromado con bastante canela.

RELLENOS DULCES: (Postre de Semana Santa). Se mezclan huevos con la miga de un pan remolida hasta formar una masa que, frita a cucharadas, forma los rellenos.

Una vez fritos, cuecen a fuego lento con agua y una mezcla hecha con aceite y miel o azúcar tostada, corteza de limón, canela en rama y piñones.
Se toma frío.


Hemos de resaltar aquí, la gracia con que la mujer peñera, sabiamente combinando harina, miel, huevos, esencias y aceite es capaz de improvisar variados en sabor, forma y textura dulces frutos de sartén como las MIGAS DE NIÑO o GACHAS DULCES, mezcla de harina tostada sofrita en aceite con azúcar y agua, cocida a modo de "espesa papilla"; HUEVOS FRITOS CON MIEL O AZÚCAR, donde la rapidez de su elaboración y lo cotidiano de sus ingredientes se hacen dulce finura para el paladar más goloso; PICATOSTES, rebanadas de pan sobrante fritas en aceite y espolvoreadas con azúcar o miel; FRITILLAS, ROLLOS DE SARTÉN, OREJETAS, que igual suplen un postre, que congregan una reunión de vecinas, que alegran un desayuno de Auroros o endulzan la "madrugá" del Cristo.

También son de destacar sus bizcochos bañados, su surtido de tortas, rolletes y mantecados que por Navidad y Pascua no faltan en ninguna alacena de Peñas. La manteca del cerdo y la almendra de nuestra tierra han sido base principal de tanta dulcería y así es posible ofrecer:


TORTADAS, de almendra, tocino fundido y azúcar; TORTA SECRETA, con huevos, harina, azúcar leche y aceite, con fermento y a horno suave; TORTAS DORMIDAS, TORTICAS DE ALMENDRA, TORTAS HUECAS; sin olvidar otros dulces como los SUSPIROS y PELUSAS, ROLLOS de ZURRACAPOTE, MANTECADOS DE AGUARDIENTE, ROLLOS de YEMA CORDIALES, BIENMESABE Y AGUAMIEL y los caseros TURRONES de La Solana.

 

 

 Buenos tragos de

 

AGUARDIENTES y MISTELAS, MELAZAS, CUERVA Y PALOMA, mezclas de esencias y alcoholes que con frutas y azúcares ofrecen gran surtido de licores del terreno. Son típicos en Peñas de San Pedro el ZURRACAPOTE, las MISTELAS de aguardiente, mosto y aromas, la CUERVA fresca bebida con vino y azúcar a lo que se añade frutas variadas, y la PALOMA con aguardiente, azúcar, esencia de limón y agua bien fría.